El embarazo es un tiempo hermoso y emocionante en la vida de las mujeres 
y la danza oriental puede ser una forma maravillosa de ejercitarse, 
que ofrece grandes beneficios psicológicos y físicos.

martes, 16 de noviembre de 2010

Embarazo y Nacimiento Eutonico



El Método Frida Kaplan

El embarazo y nacimiento de un hijo son momentos de grandes cambios y transformaciones, es una experiencia intensa en la que todo se pone en movimiento. Se producen cambios físicos en la mujer y modificaciones emocionales en la pareja; Este periodo es una gran oportunidad para el crecimiento interior, para conectarse con uno mismo… Esta actividad consiste en la sistematización de trabajos provenientes de la Eutonia, que es una disciplina corporal que facilita el autoconocimiento mediante la observación del cuerpo.

El Método es un aprendizaje vivencial para que puedas habitarte, para que puedas sentirte, donde podrás profundizar el contacto con vos misma, con tu pareja y con tu bebé; para que tengas la conciencia vivencial del espacio por donde va a pasar tu bebé al nacer; liberar tensiones; aliviar los dolores propios del embarazo; incorporar la emisión de la “o”, que te va a ayudar a conectarte con tu bebé, convirtiéndolo en un sonido conocido para él, que lo va a contener y tranquilizar aún después del nacimiento; podrás elevar tu umbral de dolor; también aprenderás a prolongar el cóccix para dirigir con precisión la fuerza durante el pujo. Este aprendizaje posibilita al padre tener un comportamiento activo en el embarazo y nacimiento de su hijo acompañando y conteniendo a su mujer; les brinda a la pareja seguridad y confianza para vivir el embarazo saludablemente y experimentar un nacimiento en armonía.


Frida Kaplan.
La mujer que ayuda a nacer

Por María Eugenia Ludueña
Diario La Nacion 17 02 2008 




A los 69 años, Frida Kaplan asegura que desde la vida uterina los humanos recibimos amor, contención y también una determinada "programación" 



Lo inesperado siempre le pisó los talones. Su primer hijo falleció a los dos meses de vida. Desde hace más de 20 años acompaña a madres y padres que esperan un bebé, y los ayuda a aumentar el contacto físico desde la vida intrauterina. Su método, la eutonía, también se aplica en hospitales
Casi todos responden lo mismo. 

-¿Qué desean para el bebé que está por nacer? 

-Que sea feliz. 

Frida Kaplan dice que es un equívoco. Que cuando plantea esa pregunta en las clases de eutonía para parejas embarazadas, padres y madres suelen responder lo mismo. "La felicidad como estado permanente no existe: hay momentos felices, y no dependen de logros materiales sino de la capacidad de disfrute", comenta. En sus clases, los futuros padres escuchan que los seres humanos, desde la vida intrauterina, recibimos amor, contención y también una programación. Programación que se refuerza tras el nacimiento con mandatos. Frida dice, sin bombos, sin platillos, que en lugar de desear y programar al bebé para algo imposible, no estaría mal desearle que aprenda a disfrutar de lo disfrutable. Y a desarrollar una fuerza vital: la que nos hace capaces de atravesar los momentos más difíciles de la vida. Cualquiera que la tenga enfrente sabrá que Frida tiene esa fuerza y algo más. Pero esta tarde no está preocupada por desear algo a un bebé sino a una pareja de amigos que se casan. Con su yerno, que es pastor protestante y vive en Francia, van a oficiar de maestros del rito y están intercambiando mails sobre esa ceremonia. ¿Qué se le puede desear a un hombre y una mujer que quieren celebrar su unión con invitados, torta y baile? En el último mail su yerno escribió algo que hizo galopar el corazón de Frida. "Desearles lo imprevisible", sugirió él. En este bar sobre la avenida Las Heras, esta tarde, Frida cuenta con tono pausado y tranquilo que al leer las palabras de su yerno se sintió representada. Tiene el pelo rubio muy claro. Los ojos muy verdes, la piel muy blanca y las uñas color marfil, de manicura. Pantalones de cuero, botas, las lentes a mano. Pide un café descafeinado y dice: 
“Desear que les suceda lo inesperado, lo que no está dentro del camino trazado. Apostar a los caminos que se pueden abrir, estar en contacto con la maravilla del acto creativo de vivir. Hoy, a mis 69 años, puedo avalar eso.”




miércoles, 3 de noviembre de 2010

Meditación para el embarazo




Hace unos días me llegó información de Co-Madres y Comunidad Crianza, un maravilloso grupo de mamás que, siguiendo la propuesta de Laura Cao, su partera, se han unido para compartir sus experiencias y crecer juntas con sus bebés y sus parejas. Intentando saber más de ellas me metí a su blog y encontré esta bellísima carta que escribió Liliana, una de las iniciadoras de Co-Madres. Tuve tentación de editarla, pero no pude, así que se las comparto íntegra, invitándolas a conocer su blog que me parece espléndido.

Hola Akasha Kaur:

Mi nombre es Liliana, vivo en la ciudad de México y tengo una bebé de año 10 meses, se llama María Aurora, y te quiero agradecer por tus maravillosas enseñanzas... digamos que soy tu alumna a distancia.

Rubén mi compañero de vida y papá de María, tuvo la intuición maravillosa de regalarme tu libro de "Meditación para el embarazo" en la primera semana que nos enteramos que estábamos embarazados, que fue cerca de la quinta semana de gestación de María. Fue todo un viaje hacia adentro al dejarme guiar por las meditaciones que propones y en fin, poco a poco se abrió dentro de mi, una capacidad de escuchar a mi yo mujer-madre, que nunca antes había experimentado (jaja.. claro, nunca había estado embarazada).

Te cuento que el ser padres nos tomó por sorpresa, nos habíamos mudado apenas a vivir juntos y he de reconocer que al principio me asusté mucho; ser madre, y ¿cómo lo voy a lograr? ¿seré buena madre? ¿y si cometo errores? y si...?, en fin, sentí un gran miedo a ser Madre. Mi embarazo lo comencé (sin tener la certeza de él) con muchos vómitos que pensé eran una gastritis crónica, pero cuando recibí tu libro comencé con las meditaciones, poco a poco me ayudaron a sobrellevar las molestias y a asimilar mi decisión interna de SER MADRE, hasta que finalmente las molestias se acabaron.

Durante el embarazo, mi suegra me inició en Reiki y tuve una de las imágenes más lindas que jamás haya tenido: Yo, sentada tranquila, meditando al lado de un apacible río y caminando, un gran elefante blanco, vestido de maravillosa manera, con piedras rojas y pinturas doradas, fue realmente hermoso.

Durante el embarazo continué leyendo tu libro y hasta que llegué al capítulo llamado ¿Dónde nacer? me enteré que había más lugares además de un hospital, para dar a luz. Ya me había cuestionado sobre este importante momento, pero fue entonces que comencé una búsqueda de parto alternativo, natural, diferente a lo que es común, entonces después de platicar con mamás y papás que me encontraba en el camino, supe de las parteras y de que el parto en casa no es cosa de antaño y aparecieron en mi vida Laura Cao, Yolanda y Leti, mis parteras.

Y ¡si!, tuve parto en casa con la música que elegimos, Rubén bañándome y cantando conmigo la canción con la que recibimos a María Aurora. Fue un trabajo de parto corto, pues las contracciones las sentí solo durante dos o tres horas aproximadamente, dilaté muy rápido, tanto que las parteras casi no llegan al momento del alumbramiento.

Yo gritaba que tenía que hacer del baño, al llegar las parteras me escucharon y Laura Cao me levantó de la cama, me llevó al baño, una vez ahí me percaté que la ventana estaba abierta y se alcanzaba a ver la Luna. Me dejé inundar por su brillo, por su luz, Laura siempre amorosa me abrazó y yo me tomé de su cintura, comencé a tararear un quejido, con melodía y canto, ahora que lo recuerdo, parecía una mezcla del ONG NAMO GURU DEV NAMO con una versión de Madame Butterfly de Puccini (te dejo un link de you tube para que la escuches http://www.youtube.com/watch?v=cpqpvGSR3Bg), yo le llamo la canción para parir a María. Una vez que sentí que María ya casi salía, le avisé a Laura y trajo la silla de parto, cosa que no me esperaba pues yo planeaba recibir a María en la posición de cuervo que mencionas en tu libro.

Esto me ha traído la reflexión de que también los hijos deciden como nacer, pero he de admitir que practicar tanto esta posición durante el embarazo ayudó a que la expulsión fuese más rápida y placentera.

Recuerdo que entre mis pujidos y mi canto-quejido comencé a escuchar el Ave María, y fue entonces que en dos esfuerzos más nació mi amada María Aurora, Mi Aurora que desde entonces ha traído a nuestras vidas amaneceres llenos de Amor, mi María que le canta a las Aves y me susurra en la Aurora "Teta".


jueves, 30 de septiembre de 2010

Un diario de tu embarazo



Vivian


Hace un montón de años, cuando yo era una estudiante despreocupada recién instalada en Madrid, me encontré con mis padres en Londres y pasamos unos días deliciosos, comiendo a deshoras, durmiendo poco y visitando cuanta librería encontrábamos a nuestro paso. En una de ellas me di de bruces con este libro. Se titula Journey into Motherhood (“Viaje a la Maternidad”), de Leslie Kirk Campbell (lamentablemente no lo he encontrado traducido al español) y es un manual de
escritura orientado para futuras mamás.
En aquel entonces ni soñaba con tener un hijo, pero el libro me llamó mucho la atención, y lo compré. Sobrevivió a no sé cuántas mudanzas antes de que, finalmente, llegara el momento de abrirlo —que fue lo primero que hice cuando supe que estaba embarazada.

Mes a mes, Campbell propone ejercicios de escritura orientados a encontrarnos con esa nueva “yo-mamá”, explorando nuestros miedos más profundos, esperanzas, creencias, sueños, en torno a la maternidad. Cada mes es un pasito más, un nuevo reto, un nuevo velo que cae mientras te preparas para el parto y para todo lo que viene después.

Llevar un diario de embarazo es una herramienta muy útil para vivir un embarazo consciente, para sacarle provecho a esos meses de retrospección, aprendizaje y auto-conocimiento. El embarazo es un viaje, sí, un viaje hacia nuestro yo más profundo, hacia nuestros recuerdos de infancia, hacia la hija que fuimos y la madre que seremos. Y la escritura es el mejor timón en esos mares a ratos serenos y a ratos tumultuosos…

Lee más en Nace una mamá

martes, 28 de septiembre de 2010

Mitos y Realidades de la Lactancia Materna


Dr. Horacio Reyes Vázquez



Pocos temas científicos tienen tantos mitos tanto en la población en general como dentro del mismo personal de la salud, como la lactancia materna. Mitos que muchas veces llevan a terminar el proceso de la alimentación al pecho y en otras ocasiones preocupan enormemente a las madres. A continuación se presentan los mitos más frecuentes y se señalan la realidad para cada uno de ellos.

MITO

Amamantar frecuentemente nos lleva a baja producción de leche.

REALIDAD

La producción de leche aumenta mientras mas seguido se alimente al bebé.

MITO

La madre solo necesita amamantar 4 a 6 veces al día para mantener una buena producción de leche.

REALIDAD

Amamantar 8 a 12 veces al día durante las dos primeras semanas aumenta la producción de leche. La producción de leche esta en relación con la frecuencia con la que se amamanta.

MITO

Los bebes obtienen toda la leche que necesitan en los primeros 5 a 10 minutos.

REALIDAD

Los recién nacidos que están aprendiendo necesitan mas tiempo para comer 15 a 30 minutos. Lo mejor es permitir al bebé succionar hasta que muestre signos de saciedad como que se retire solo del pecho y relaje sus piernas y brazos.

MITO

La madre que amamanta debe espaciar las tomas para dar tiempo a que sus pechos se vuelvan a llenar.

REALIDAD

El cuerpo de la madre que amamanta siempre esta produciendo leche, entre mas vacío este el pecho, mas rápido produce leche para reemplazarla. Si una madre constantemente espera a que sus pechos se llenen antes de amamantar su cuerpo recibirá el mensaje de que se esta produciendo demasiada leche y por consiguiente reducirá su producción total.

MITO

No hay necesidad de despertar al bebé para amamantarlo.

REALIDAD

Los bebes recién nacidos a veces no despiertan seguido y se les debe de despertar por lo menos cada 3 horas, después de que terminaron de comer (peligro de baja en sus niveles de azúcar, pérdida de peso mayor a la normal, deshidratación etc.).

MITO

Siempre deben usarse ambos pechos en cada toma.

REALIDAD

Es mas importante permitirle al bebé terminar con el primer pecho aunque no tome del segundo para que tome grasas que le ayudaran a ganar peso. La siguiente toma se empezará con el pecho que terminó.

MITO

Si el bebé no aumenta de peso puede deberse a la baja calidad de la leche materna.

REALIDAD

En la mayoría de los casos que el bebé que no aumenta de peso esta relacionado con que no se le permite tomar la suficiente leche o con problemas de salud del bebé o de la madre

MITO

La madre debe beber leche para poder producir leche.

REALIDAD

Los casos mas comunes de baja producción de leche son por no amamantar frecuentemente y/o por mala posición. El estrés, la fatiga o mala nutrición rara vez son causa de baja producción de leche porque el cuerpo de la madre tiene un mecanismo de supervivencia desarrollado para proteger al bebé amamantado.

MITO

No existe la confusión de pezón, si le ofrecemos mamila

REALIDAD

La alimentación al seno materno y con mamila requieren diferentes tipos de habilidades orales. La alimentación con biberón requieren de un menor esfuerzo comparado con el pecho además de que en vez de extraer la leche, prácticamente detiene el chorro con la lengua, como resultado algunos bebes desarrollan una confusión al succionar y aplican técnicas de succión inapropiadas al pecho cuando cambian constantemente entre pecho y biberón.

MITO

Amamantar frecuentemente puede llevar a la depresión posparto.

REALIDAD

Se cree que la depresión posparto es causada por las cantidades de hormonas que varían después del parto y se demuestra con desgano e insociabilidad aunque esto ocurre mas comúnmente en mujeres con problemas en su entorno durante el embarazo o incluso antes de este. La lactancia materna actúa como un mecanismo de protección para la depresión.

MITO

Amamantar a libre demanda no incrementa el lazo madre-hijo.

REALIDAD

Amamantar a libre demanda pone a la madre y el hijo en una sincronía, acentuando el lazo que los une.

MITO

Las madres que cargan mucho a sus bebes los van a “embracilar” o "malcriar"

REALIDAD

Los niños que son cargados frecuentemente lloran menos y muestran mas seguridad al ir creciendo.

MITO

Es importante que otros miembros de la familia alimenten al bebé para que se identifiquen y se forme un lazo con ellos también.

REALIDAD

Alimentar no es el único método por el cual la familia puede conseguir un acercamiento con el bebé, pueden cargarlo, arrullarlo, bañarlo, jugar, etc. Todas estas actividades son igualmente importantes para su desarrollo y pueden servir como medio para formar apego con la familia.

MITO

Amamantar a libre demanda tiene un impacto negativo en la relación de pareja.

REALIDAD

Los papas maduros comprenden que las necesidades de un recién nacido son intensas pero disminuyen con el tiempo de hecho atender al bebé en equipo también puede acercar a la pareja al mismo tiempo que desarrollan juntos sus habilidades como padres.

MITO

Algunos bebes son alérgicos a la leche materna.

REALIDAD

La leche materna es la sustancia más natural y fisiológica que un bebé puede ingerir, si un bebé se muestra sensible con este tipo de alimentación probablemente se deba a alguna proteína externa que se haya absorbido en la leche, mas no a la leche en si. Esto se soluciona rápidamente identificando el alimento y dejándolo de consumir por un tiempo.

MITO

Si el niño amamanta frecuentemente puede llegar a ser una persona obesa.

REALIDAD

Se ha demostrado que los niños amamantados controlan la cantidad de alimento que desean en cada toma. El alimentar con fórmula y al introducir alimentos sólidos a temprana edad es mas propicio para la obesidad.

MITO

Amamantar acostada puede causar infección en el oído del bebé

REALIDAD

Debido a que la leche materna es un alimento vivo y tiene una combinación de anticuerpos, factores antiinflamatorios e inmunomoduladores, el bebé es menos propenso a desarrollar infección del oído o de cualquier otro tipo, sin importar la posición en la que se amamante.

MITO

Amamantar más de 12 meses es inútil porque la calidad de la leche empieza a bajar después de los 6 meses.

REALIDAD

La composición de la leche materna cambia para adaptarse a las necesidades del bebé mientras crece. La leche materna continua complementando y enriqueciendo las defensas mientras se siga ingiriendo, el sistema inmunológico humano madura hasta los 6 años de edad.

MITO

Si la madre se enoja o se asusta hay que suspender la lactancia.

REALIDAD

Estas emociones no afectan la calidad o cantidad de la leche es importante la tranquilidad de la madre para que el reflejo de bajada no se bloquee.

MITO

Cuando se esta amamantando no debe bañarse la mamá con agua fría.

REALIDAD

Si se tiene este hábito, no hay razón para cambiarlo. No altera la calidad ni la cantidad de la leche producida.

MITO

Si la mamá este resfriada se debe suspender la lactancia.

REALIDAD

Si la madre esta resfriada deberá tener cuidado para no contagiar a su hijo (uso de cubre bocas). No se justifica suspender la lactancia ya que la leche no sufre modificaciones y en cambio si puede protegerlo contra infecciones.

MITO

Cuando la leche es rala ( delgada ) no sirve para alimentar al bebé.

REALIDAD

El color de la leche humana es diferente al de la leche de vaca por lo que no debe compararse. Es conveniente recordar que al inicio de la tetada, la leche es mas clara que al final. La leche materna por definición siempre es óptima para los bebes.

MITO

La leche acumulada se hecha a perder por lo tanto no debe darse al niño.

REALIDAD

La leche materna no sufre alteraciones, siempre esta en buenas condiciones.

MITO

Las madres que se acaloran no deben de amamantar porque la leche le hace daño al bebé.

REALIDAD

El calor del sol o del fuego que reciben algunas madres, por mucho tiempo, no altera la leche. Puede continuar dando de mamar, procurando ingerir líquidos para satisfacer la sed.

Como se puede leer son múltiples los mitos que van en contra de una lactancia materna exitosa. Lo preocupante es que no solo las madres pueden llegar a tener estos mitos sino también médicos, enfermeras y personal de salud en general. Por lo que el preocuparse por actualizar o adquirir los conocimientos necesarios para apoyar a las madres en lograr una lactancia exitosa en muy importante

Publicado en el sitio web de la Clínica Pediátrica Pigüi

sábado, 11 de septiembre de 2010

Practicar lo más pronto posible



Practicar la danza desde el principio del embarazo (si tu médico lo considera conveniente), es muy bueno ya que puedes llegar a integrar los movimientos y hacerlos tuyos, desarrollando el hábito de bailar sola como una forma de ejercicio, relajación y hasta meditación. Esto te permitirá tener una mucho mejor condición física y anímica durante el embarazo y prepararte para aprovechar todas las ventajas que te ofrece la danza a la hora del parto, así como una mejor recuperación post-parto.

Si no creas el hábito y aprendes los movimientos de manera que te sientas a gusto bailando, a la hora del parto, en lugar de servirte te puede abrumar intentar bailar y muy probablemente desecharás la idea a la hora de la hora.

El contacto con tu cuerpo y tu respiración que desarrollas en esta práctica, te ayudará a participar en una forma más relajada, activa y consciente en el nacimiento de tu bebé.

Por otro lado, si tu bebé se acostumbra a la música y al movimiento que realizas al bailar cuando estás embarazada, esto te podrá ayudar a tranquilizarlo después de que nazca.

jueves, 19 de agosto de 2010

reducir las marcas en la piel


Desde el momento de la concepción, tu cerebro y tu cuerpo reconocen que estás embarazada y trabajan juntos mandando las señales necesarias para que el desarrollo de tu bebé se realice adecuadamente. Uno de los órganos que sufrirá cambios muy importantes y, sobretodo evidentes, será tu piel. Por eso es esencial que tomes las precauciones necesarias:

  • Realiza varias comidas al día pero ingiere alimentos ligeros y en pequeñas cantidades. Evita aumentar mucho de peso y de forma acelerada, ya que si subes de peso rápidamente, no le darás a tu piel la oportunidad de adaptarse y tendrá que estirarse (formando las famosasestrías) para asimilar tu nueva figura.
  • Utiliza durante todo tu embarazo un brassiere especial que mantenga tus pechos firmes y soporten su aumento de peso y de tamaño.
  • Usa también un brassiere por las noches si tus pechos crecen mucho. Recuerda que cuidarlos durante el día no es suficiente: necesitas hacerlo las 24 horas.
  • Acostumbra darte masajes en pechos y abdomen, así ayudarás a que tu piel se vuelva más elástica y pueda adaptarse a tus cambios físicos por el aumento de peso.
  • Cuando realices estos masajes, aplica sobre tu piel aceites puros que contengan vitamina Epara hidratarla mejor. No olvides que el aceite de almendras dulces es muy efectivo en algunas mujeres.

Publicado en bbmundo

miércoles, 18 de agosto de 2010

Destete con amor

Laura Gutman en http://pielapiel.blogspot.com

Es posible que el inicio de la lactancia no haya sido del todo fluído y, sin embargo, con una buena dosis de paciencia lo hemos logrado. La leche finalmente fluye, el niño crece, estamos cada día más enamorados, nos vamos acostumbrando a las reacciones de nuestros pechos, nos amigamos con ellos, los reconocemos en esta nueva función nutricia… La vida nos sonríe. Pero resulta que apenas han pasado unos meses desde el nacimiento del niño, justo cuando hemos logrado que los días y las noches se acomoden, nos vemos lanzadas al tobogán del “necesario destete” porque nuestro bebé ya es “mayor”. Aparecen muchas opiniones alrededor: que tiene dos dientes, que no va a seguir mamando hasta los 18 años, que tiene hambre, que no le estamos permitiendo crecer, que necesita conocer otros sabores. La cuestión es que la escena de un niño y una madre que están juntos plácidamente extasiados en medio de la lactancia es algo que molesta. Mucho.

Pero ¿acaso hay un momento adecuado para destetar al niño?

Es oportuno aclarar que el ser humano está diseñado para mamar durante un tiempo mucho más prolongado de lo que en el mundo occidental estamos acostumbrados a pensar. La succión y el llanto son las dos herramientas de supervivencia de la criatura humana. La succión le permite nutrirse, el llanto le permite avisar que está en peligro. Ambos recursos son muy poderosos y deberíamos rendirnos ante ellos. Cualquier madre que observa a su hijo reconocerá que el niño, haya sido bendecido o no con la lactancia, continúa succionando hasta los cinco años, a veces hasta los seis o los siete. Durante este tiempo succiona lo que puede: el dedo, un trapo, un juguete o su propia lengua.

Dicho esto, no hay un momento determinado en el que “hay que” destetar a un niño. Algunos se destetan solos, otros tienen madres que deciden, con sus razones muy respetables, que ya no tienen disponibilidad para seguir dando el pecho. Muy bien. No hay problemas. La lactancia es un acuerdo entre dos personas: madre e hijo. A veces es el niño quién decide no continuar, otras veces es la madre, y otras coinciden en el momento justo para ambos. Por lo tanto, no hay motivos para que el destete sea una indicación generada desde afuera de este vínculo.

¿Pero por qué sucede tan a menudo que quedamos sometidas a decisiones médicas o psicológicas que van en contra de nuestros sentimientos? Somos muchas las mujeres alejadas de nuestra esencia, por lo tanto es fácil imponernos conductas a favor del destete precoz, a veces de manera socavada. La más común aparece en la visita pediátrica de los cuatro o cinco meses cuando el médico nos entrega una “receta” que incluye todos los alimentos que el bebé debe empezar a ingerir. La primera sensación que tenemos las madres es de angustia pero acostumbradas a dejar de lado nuestras intuiciones naturales, aceptamos. Sin preguntar. Sin explicar. Sin reflexionar. Sin conversar. Obedientes y sumisas intentamos desesperadamente introducir alguna cucharadita de algo, sintiéndonos satisfechas cuando lo logramos. De este modo agregamos preocupaciones no imaginadas días atrás, cuando estábamos acomodándonos al ritmo placentero de la lactancia. Ahora hay que agregar una hora específica para preparar el puré, y luego lavar las ollas y limpiar la suciedad que generó la intención de hacerle tragar algo de alimento sólido al niño. El bebé nunca lo pidió, nosotras tampoco, y además el puré de zanahorias resultó ser bastante menos nutritivo que nuestra leche. Poco a poco vamos aumentando las raciones diarias hasta que, en el mejor de los casos, el bebé acepta el alimento y va perdiendo interés o fuerza para succionar. En algunas ocasiones, un mes más tarde, perdemos completamente la producción de leche y el niño queda destetado tempranamente sin necesidad, cuando teníamos disponibilidad para darle de mamar y tiempo suficiente para ocuparnos de él.

Lo que me resulta asombroso es la facilidad con que las madres ”creemos” en ese profesional sin que medie diálogo al respecto. Completamente disociadas de nuestra intuición y de la relación íntima que hemos establecido con el niño, nos volvemos temerosas, inseguras, desconfiadas e infantiles. En lugar de preguntar a otros supuestos sabedores del tema cuál es el momento ideal para el destete, cada madre conectada con su esencia femenina podría cuestionarse: ¿Cómo me siento dando de mamar?, ¿cómo está mi bebé amamantado?, ¿disfrutamos?, ¿tenemos algún impedimento para continuar?, ¿crece bien y feliz?, ¿alguien resulta perjudicado?, si la gente se molesta, ¿no será a causa de problemas que ellos necesitan resolver?

El destete debería ser espontáneo, y cada díada mamá-bebé tendría que manejarlo en tiempos muy personales… Cada díada madre-hijo debería tener su propia y original historia. Nosotras, si nos lo permitimos, sabemos qué necesitamos y qué experiencia nos hace más armónicos y felices.

Nadie desde afuera de la relación tiene derecho a dar indicaciones generales sobre cómo y cuándo destetar a un bebé… Muchas madres nos angustiamos al preguntarnos cómo actuar cuando “ debemos” negarle el pecho a nuestro bebé mientras éste llora desconsoladamente reclamándolo. Sin embargo, si nos ponemos la mano sobre el corazón, con frecuencia resulta que no tenemos inconvenientes en seguir amamantando a nuestro bebé. Es evidente que estas normas generales son de lo más absurdo, tanto para nosotras como para nuestros hijos pequeños. El manejo autónomo de la lactancia en cuanto a su modalidad y duración… no incumbe a nadie más que a la madre y al niño. Todas las opiniones deberían quedar en calidad de lo que son: opiniones.

Puedes leer el texto completo en Comunidad Crianza

viernes, 13 de agosto de 2010

Pañales y protectores lavables



Acabo de descubrir algo espléndido. Hay una empresa que está vendiendo en México unos hermosos pañales lavables y otros accesorios que hacen más fácil utilizar pañales no desechables.

Además, también venden protectores para lactancia lavables. Se los super recomiendo porque son más cómodos que los desechables y se lavan muy fácilmente.

Encima de todo, ahorramos una millonada en pañales desechables y cuidamos el medio ambiente.

La empresa se llama Mundo Bombis

jueves, 29 de julio de 2010

Inteligencia espiritual y maternal

Hoy leía una nota que escribió Tere Bermea en su blog en el que habla sobre diversas inteligencias que vienen a dar al traste con la idea de que los que han estudiado más son los más inteligentes. A continuación reproduzco parte de su texto:
Hasta hace poco se consideraba que una persona inteligente era aquélla que tenia grandes conocimientos de arte, matemáticas, ciencias cultura etc. Entre mas libros habia leido más inteligente. Entre mas titulos universitarios disque más inteligentes. Después se observo que esos seres tan “inteligentes” con coeficientes intelectuales muy altos, eran un ¡desastre a la hora de establecer relaciones sanas con los demás!

Daniel Goleman empezo a hablar de la Inteligencia Emocional. El propone desarrollar la habilidad y destreza para conocer y manejar las emociones.

La tendencia hacia la evolución del hombre, el deseo de estar mas preparados para disfrutar la vida motivo a Malcolm Gladwell a hablarnos de la Inteligencia Intuitiva.

La Inteligencia Espiritual, que nos ayuda a ser conscientes del mundo en el que estamos y del lugar que ocupamos en él y sobre todo, descubrir cual es nuestro propósito en la vida.

Por último, una inteligencia que a las mujeres nos hará sentir mejor: Inteligencia Materna. El ser madres nos hace más inteligentes, al desarrollar habilidades como la percepción, la eficacia, la resistencia, la motivación y la inteligencia emocional.
Se que se habla de otras a partir de que se desarrollo la noción de Inteligencias Múltiples que explica que las personas tengamos diversas formas, igualmente valiosas, de comprender y aprender que nos inclinan a preferir ciertas actividades y profesiones, sin embargo, me sorprendió el enfoque que plantea de la Inteligencia Materna.
Si quieres leer su nota completa puedes entrar a su blog,

¿Qué opinas?


lunes, 26 de julio de 2010

La episiotomía, ahora es tu decisión

Los médicos utilizan su criterio para decidir si se necesita una episiotomía, en la actualidad tenemos derecho de decidir que no se nos realice la episiotomía, es necesario; hablar con el médico. Pedir que se nos consulte si en el momento del parto el médico considera que es necesario practicar el corte.

La episiotomía consiste en una incisión que se hace entre la apertura vaginal y el ano, generalmente al finalizar el parto, para facilitar el paso de la cabeza del bebé a traves del orificio de la vagina, si el médico considera que el perineo no se relajará bastante para permitir el paso del bebé sin producir desgarro. Se inyecta anestesia local en la zona, ya entumecida por la compresión del bebé, antes de proceder a la incisión.

En algunos casos puede resultar inevitable la práctica de un corte quirúrgico y debe seguir las indicaciones de su médico como cuando:

  • Sea necesario que el parto sea rápido debido al sufrimiento materno o fetal.
  • El bebé de presente se nalgas.
  • Es necesario utilizar el fórceps o la ventosa.
  • Le han puesto una anestesia epidural; la sensibilidad esta reducida y no pueda controlar el nacimiento de cabeza del bebé.
  • La cabeza del bebé es grande.


El argumento principal para realizar la episiotomía es el riesgo de un desgarre. Recientemente leí que era menos del 10% la posibilidad de que suframos un desgarre durante el parto. Eso significa que a la mayoría nos han realizado la episiotomía por prevención, cuando probablemente no ibamos a requerirla.

Creo que si al final igual necesitaríamos que nos suturen, yo preferiría esperar y, si me desgarrara, entonces que me suturaran.


Es tu cuerpo, tu decides.…

jueves, 22 de julio de 2010

Embarazo: trucos para la espalda adolorida


Hacer ejercicio es una de las formas más seguras de evitar los dolores de espalda, pero si ya los tienes, prueba alguna de estas sugerencias:
  • Toma un baño templado o utiliza un paño seco caliente en la espalda (puedes calentarlo con la plancha). A algunas personas les funcionan mejor los paquetes de hielo.
  • Evita cualquier actividad, como aspirar o fregar el suelo, que requiera que te inclines hacia delante y que gires tu cuerpo al mismo tiempo.
  • Pide cita para un masaje prenatal con un terapeuta cualificado.
  • Utiliza una almohada en forma de cuña para embarazadas mientras duermes, para darle apoyo al abdomen.
  • Si te sientas durante largos periodos de tiempo, utiliza una silla ajustable e inclina el frente de la silla hacia adelante.
  • Intenta hacer ejercicios de pelvis: Recuéstate sobre la espalda, con las rodillas flexionadas y los pies planos. Inhala aire y deja que el abdomen se expanda. Exhala y eleva el coxis (hueso de la rabadilla) hacia el ombligo. Mantén las caderas en el suelo. Cuando estés en el punto máximo de elevar el coxis, aprieta los glúteos (los músculos de las nalgas), y luego relájalos. Repite de ocho a diez veces.


Publicado en Mamás y bebés

lunes, 19 de julio de 2010

Masaje para bebés: Shantala


Shantala es un tipo de masaje que las madres hindús dan a sus bebés. Frederic Leboyer, precursor del parto sin dolor, después de observar a una mujer llamada Shantala practicarlo con su bebé, trajo esta práctica a Occidente.

Este masaje es una buena manera de comenzar a comunicarse con el pequeño tras su nacimiento, pues el tacto es uno de los sentidos que están más a flor de piel en los primeros momentos de vida del bebé.

El masaje puede desarrollar más rápidamente la coordinación motora, aumentar sus reacciones musculares, aparte de que hará con el bebé sea más receptivo y más apto a reaccionar al espacio que lo rodea.

Beneficios de masajear a su bebé

Ayuda a:
  • regular y reforzar las funciones respiratoria, circulatoria y gastrointestinal. Se puede controlar las incomodidades producidas por los cólicos, gases y estreñimiento, y las molestias por la salida de los primeros dientes.
  • relajarse y lo alivia del estrés, de los bloqueos, que produce encontrarse diariamente con cosas nuevas.
  • intensificar la comunicación afectiva entre el bebé y las personas de su entorno, facilitando la comunicación no verbal.
  • estimular el sistema inmunológico y propicia un mejor desarrollo del sistema nervioso.
  • aumentar la auto-estima de tu bebé.
  • que el bebé tenga un sueño tranquilo y profundo.
  • aumentar el contacto afectivo del bebé con sus padres a través del toque, la mirada, de la piel, de la sonrisa, sonidos, abrazos, caricias, olor, y de los estímulos. El masaje transforma el bebé en un bebé saludable en todos los aspectos.
Ya son muchos los profesionales, médicos, matronas, fisioterapeutas, psicólogos etc. que reconocen el valor terapéutico y psicológico que contiene el Masaje Shantala para bebés.

Puedes ver una entrevista en la TV Argentina en Embarazadas TV

El poder de la meditación durante el embarazo


Como seres nacidos de una Inteligencia Suprema (a menudo llamada Dios) portamos un natural poder para crear. No hay límites para esto. Cuando nos hacemos conscientes de nuestra inteligencia interior y nos permitimos experimentar sus efectos sucede un verdadero milagro de creación para nosotros y en nuestro mundo cotidiano.

La fuerza que nos conecta y nos comunica ya sea con otras personas, la naturaleza o el cosmos, es el mismo impulso que nos lleva también a desear y concretar la concepción y el nacimiento de un hijo. Estamos hablando del Amor.

Tal vez, entre todas las posibles manifestaciones del amor, la que corre más riegos de pasar inadvertida es la del amor de los padres por el hijo que aún se encuentra en el seno materno. Sin embargo, en este período deben sentarse las bases de una adecuada interacción, de modo que el vínculo resulte verdaderamente potenciador para ambas partes.

La comunicación pre-natal es muy intensa. Se lleva a cabo fundamentalmente a través de las transmisiones psíquicas (emocionales y mentales) e intuitivas. Si bien es cierto que el bebé en el útero de la mamá se encuentra mucho mas estrechamente ligado a todo lo que a ella le sucede durante el embarazo y el parto, la presencia del padre es también condicionante (favorecedora o limitante del desarrollo emocional y espiritual) y complementaria en la construcción de esas bases de crecimiento mutuo.

Siguiendo una Ley Universal e Inmutable que dice que “El Universo es mental”, ubicamos nuestro poder creador en nuestros pensamientos. La práctica de la meditación y de las visualizaciones contribuye a tomar conciencia de ese poder creador en nuestra mente, a delimitar el tipo de pensamientos acordes a los resultados que deseamos manifestar y acelerar su manifestación en cada caso.

Es común que durante el embarazo se despierten miedos inconscientes (ej. enfermedades o malformaciones del bebé, temor a morir en el parto, a no ser buenos padres, a no tener suficientes recursos para abastecer al niño, etc.), automatismos mentales negativos y prejuicios culturales que es necesario desprogramar para que esta información y este tipo de vibraciones
energéticas no contaminen el vínculo con el bebé y afecten el desarrollo ulterior de su personalidad.

También es enriquecedor permitirse este espacio de trabajo interno para nutrir y fortalecer la vinculación de la pareja. La presencia de ambos, en esta práctica, abre un canal de comunicación directa con la energía de ese hijo que, si bien no ha nacido aún, ya existe y puede percibir y emitir información, asumiendo un protagonismo activo en la construcción del lazo afectivo con sus padres.

El Amor es la fuerza que nos mueve hacia nuestros propios milagros. Sosteniendo voluntariamente los pensamientos e imágenes positivas, creamos un campo de energía protectora, contenedora, beneficiosa y propiciadora de todo lo bueno a nuestro alrededor y alrededor de nuestros hijos y demás seres queridos.

“Ve lo positivo en cada cosa y te encontrarás rodeado de lo mejor,
porque lo atraerás todo hacia ti, como hace el imán con el acero.”
Eileen Cady

El dolor del parto es beneficioso


El dolor del parto es beneficioso… Así lo afirma el Dr. Denish Walsh, profesor de matronería en la Universidad de Nothingam y abanderado de la lucha contra la epidemia de epidurales innecesarias.

El dolor, explica Walsh, es necesario y beneficioso, y no debe eliminarse de forma protocolaria pues se priva a la madre y al hijo de experiencias y hormonas muy importantes.

Walsh, por supuesto, no se opone al uso de la epidural cuando sea precisa, pero aboga por su uso responsable. Hoy pedir la epidural se considera casi inevitable y a la mujer no se le dan otras opciones ni se le informa de las consecuencias reales de la eliminación del dolor y el control sobre su cuerpo. El aboga por la expansión de medidas no farmacológicas que ayudan a soportar las contracciones en los partos normales, como el yoga, los masajes, las pelotas de dilatación y el agua.


viernes, 16 de julio de 2010

Arrullo Sagrado


Durante el embarazo, la mujer vive un estado de sensibilidad especial, es un estado sagrado que la conecta naturalmente consigo misma y con su intuición. El embarazo, es una excelente oportunidad para la madre de conectarse concientemente con el ser que se está formando en su interior a un nivel físico, energético y espiritual. Que mejor que venir al mundo sostenido por la intención de estar presente y conectado, con la intención de que la llegada sea con conciencia, con todo el dolor y la alegría que implica estar vivo.

Nosotras las mujeres somos canales abiertos por donde la energía pasa de la tierra al universo y viceversa, si estamos concientes de ese paso energético podemos dirigirlo e intencionarlo y así transformar esa energía en acciones positivas y despiertas para compartir con los demás. El sonido y el canto es una de las tantas formas que tiene la energía universal.

La voz, el sonido, la música, la danza son excelentes vehículos para establecer esta conexión conciente entre la madre y el bebé, en el embarazo, durante el trabajo de parto y al menos en los primeros cinco años del bebe.

La voz cantante es una fábrica de respiración, vibración y emoción que influye poderosamente sobre nuestra mente y cuerpo, es mucho más efectiva que cualquier otra forma de sonido, precisamente porque proviene del interior.

El canto sanador (es el canto con intención, dirigido a sanar) provoca una vibración interna que solamente cantando se puede producir. Esa vibración resuena en todos nuestros órganos y en todo nuestro cuerpo. Nos lleva, en forma natural, a un estado de relajación y paz interior que nos permite estar abiertos para ver con más claridad. Cuando cantamos se despierta nuestra energía sanadora, energía de conciliación con el todo.

Exploramos técnicas de relajación y de respiración para el embarazo, parto y postparto a través del juego, el canto, la danza, la resonancia, la creatividad, visualizaciones y más, en un ambiente seguro y divertido. Experimentamos el increíble efecto de la voz resonando dentro del cuerpo y entendemos como este instrumento que todos poseemos nos puede ayudar a relajarnos y estar presentes en el aquí y el ahora, no solo en el embarazo sino durante toda nuestra vida y la de nuestros hijos.

Usamos nuestra respiración, voz, sonido, música y movimiento como una vía para explorar, como mujeres, la conexión que tenemos con la madre Tierra.

Cantamos arrullos sagrados, encontramos nuestros propios arrullos, los que vienen de nuestro interior para darnos amor y sanarnos.

Beneficios que produce cantar:
· Cantar es respirar y la respiración es vida.
· El canto sostiene la respiración y la respiración es la clave para
soltar, dejar ir, entregarse.
· El sonido y la voz estimulan el desarrollo del cerebro del bebé así como
sus destrezas motoras.
· El canto le da el poder a la mujer de conectarse con su intuición
· Libera tensión en la pelvis y los órganos sexuales.
· Cuando uno canta no piensa, es una excelente forma de meditación.

Pase lo que pase canta, canta, canta

Marina Ubaldini

martes, 13 de julio de 2010

El papá y el bebé


- ¿Cuál ha ser el papel del papá en la crianza del bebé?
- ¿Hay que exigirles que se hagan cargo del bebé 50-50?
- ¿Qué opinan de la mamá que se queda en casa y el papá proveedor?

Encontré este artículo y se los comparto para que sirva a la reflexión

El rol del padre por Laura Gutman

Frente al agobio, la confusión y el cansancio que padecemos cuando tenemos hijos pequeños, las mujeres quisiéramos tener a mano una serie de “obligaciones” para endilgar al varón a quien percibimos más libre y autónomo y con una vida que no ha cambiado tan drásticamente como la nuestra.

Somos las mujeres quienes necesitamos creer que un “buen padre” se ocupa de tal y cual manera de los hijos que tenemos en común. Pero cuando esto no ocurre, nos abruma el rencor y la desilusión. Los “roles” que cada uno asume son hechos culturales. O personajes que repartimos entre todos para que una escena pueda ser representada. De modo que, cuando un niño “entra en escena” (o nace), se nos desacomodan todos los roles que teníamos asignados. Las mujeres nos encontramos en lugares que no habíamos dispuesto para nosotras mismas, nos sentimos afuera del mundo, solas, exageradamente demandadas, desgarradas entre permanecer en los lugares donde habíamos forjado nuestra identidad, o pendientes de las necesidades del niño pequeño.

Frente a este panorama, observamos al varón que no está ni desgarrado, ni peleado entre nuevas y viejas identidades, ni malherido, ni agotado. Por lo tanto, nos resulta evidente que tendría que asumir parte de las tareas que por carácter transitivo de género, hemos asumido las que hemos devenido madres. Y ahí se ponen de manifiesto los desacuerdos ocultos de la pareja.

Pues bien. Sobre todo esto vale la pena conversar. Porque la presencia de un niño nos obliga a pensar cómo vivimos, qué esperamos unos de otros, qué organización familiar estamos dispuestos a construir y cuánta generosidad tenemos disponible. Por otra parte, los “roles” que asumamos, serán funcionales de acuerdo a si los hemos “planeado” juntos o no. Por ejemplo, si asumimos que la madre se hará cargo emocionalmente del niño, necesitará que “alguien” se haga cargo emocionalmente de ella. Y el varón que tiene al lado posiblemente sea el mejor postulante para ese ”rol”. En ese caso, no importa qué es lo que hace en función de su paternidad, no importa si baña al niño o si se despierta por las noches para calmarlo. Porque “es” padre en la medida en que sostiene emocionalmente a la madre para que ésta tenga fuerzas afectivas suficientes para acunar al niño.

En cambio, si la madre no tiene disponibilidad emocional para el niño, o no tiene posibilidades de permanecer a su lado porque la economía familiar depende de ella; posiblemente haya un varón más “cariñoso” y en apariencia “buen padre” que se ocupa del hijo. Sin embargo, de un modo poco visible está obligando a su mujer a abandonar su despliegue maternante y desviando su preocupación hacia la adquisición del alimento. En estos casos, el varón no posibilita ni facilita una permanencia suave y dedicada de la madre hacia su hijo. Y este no es un dato menor, aunque las mujeres modernas creamos que la igualdad de derechos se basa en que tanto las mujeres como los varones asumamos indistintamente la crianza de los niños; desde el punto de vista del niño, no es lo mismo recibir cuidados maternantes femeninos que cuidados paternantes masculinos. Y eso que ni siquiera estamos hablando de lactancia, hecho que requiere una permanencia y disponibilidad irremplazables por parte de la madre.

Lo ideal sería que los “roles” estén todos asignados para jugar el juego de la familia. La mayoría de las veces, esto no ocurre. Hay un rol que pocas veces asumimos, seamos mujeres o varones. Es el rol de quien se despoja de sus propias necesidades a favor de las necesidades básicas, impostergables, urgentes e irremplazables de los niños pequeños.

Cuando desestimamos los tiempos lentos de los niños, la necesidad de contacto, de brazos, de presencia física y de escucha genuina; nadie asume su rol. Hablar de lo que le toca hacer al padre o de lo que corresponde hacer a la madre nos coloca en la lucha interminable por quien logra resguardarse más a sí mismo.

Es verdad que nos faltan jugadores para la escena familiar. En la mayoría de los casos nos hemos quedado sin familia extendida, sin barrio, sin aldea, sin mujeres experimentadas ni grupos de pares para hacernos cargo mancomunadamente de los niños pequeños. Estamos todos muy solos y exigidos. En ese sentido, los varones que desean ser “buenos padres” tampoco logran responder a las expectativas. Fallan. Están cansados. Reciben palabras de desprecio. Se sienten poco valiosos. Escasamente potentes. Y se supone que deberían hacer lo que no hacen, es decir, llegar temprano a casa, hacerse cargo del niño, calmarlo, jugar con él, ser paciente.

Pensar el rol del padre dentro de la familia moderna tiene que coincidir con un pensamiento más generalizado sobre cómo vivimos todos nosotros, cómo y dónde trabajamos, cómo circula el dinero, quién administra, cómo nos manejamos respecto al poder dentro de las relaciones, cómo circula el amor y el diálogo dentro de la pareja y sobre todo qué importancia le asignamos a la libertad y a la autonomía personales. Porque es importante tener en cuenta que si estamos apegados a la propia autonomía, el niño no logrará recibir lo que necesita. Y si recibe el tiempo y la dedicación, será en detrimento de la libertad de la madre. Y desde ese lugar de pérdida de libertad, las mujeres nos ponemos exigentes con los varones, queriendo definir claramente qué roles deberían asumir. Con lo cual, estamos todos enfadados unos con otros. Por eso, el tema no pasa por luchar para determinar quién pierde más libertad, asignando deberes a diestra y siniestra, sino por revisar qué capacidad de entrega tenemos unos y otros.

La maternidad y la paternidad no se llevan bien con la autonomía y la libertad personal. Tenemos que estar dispuestos a perderlas, si nos interesa el confort de los niños pequeños. Y en este punto, es lo mismo ser varones o mujeres. Tal vez sea tiempo de mirarnos honestamente y reconocer qué es lo que cada uno de nosotros está dispuesto a dar. Comprometernos a eso y no más. Aceptar nuestras limitaciones y darnos cuenta que nos complementamos. Que hay algo que el otro ofrece que uno mismo no sería capaz. Y que si no da “todo” lo que quisiéramos, no lo coloca en un lugar donde “no da nada” sino que “da algo diferente”. De ese modo pierden sentido todas las discusiones sobre los roles adecuados, lo que se debe o no se debe hacer frente a algo tan difícil como criar niños pequeños.

Laura Gutman es argentina, terapeuta familiar y escritora Lleva publicados varios libros sobre maternidad, paternidad, vínculos primarios, desamparo emocional, adicciones, violencia y metodologías para acompañar procesos de indagación personal. Es colaboradora habitual en numerosas revistas en Argentina y España. Dirige Crianza, una institución con base en la Ciudad de Buenos Aires, que cuenta con una Escuela de Capacitación Profesional y un equipo de profesionales que asisten a madres y padres.

Publicado en Alta Educación