El embarazo es un tiempo hermoso y emocionante en la vida de las mujeres 
y la danza oriental puede ser una forma maravillosa de ejercitarse, 
que ofrece grandes beneficios psicológicos y físicos.

Quienes somos




Hace algunos años Kika Villagra y yo (Eva Morales) empezamos a dar estas clases que son particularmente positivas para apoyar el proceso de gestación, el parto y la recuperación. Bienvenida a nuestro blog, esperamos que te sea de gran utilidad.
   Practicamos los movimientos que desde la antigüedad han realizado las mujeres con el fin de prepararse para dar a luz. Son movimientos que trabajan principalmente la zona pélvica pero también ejercitan la parte alta produciendo una mayor oxigenación, relajando y fortaleciendo la espalda. Propician una mejor postura y mayor contacto con el cuerpo, dando como resultado más energía y bienestar, más confianza y la posibilidad de participar más activamente en el parto, así como una recuperación postparto más rápida. Además, en los grupos se encuentra la posibilidad de compartir y celebrar el embarazo con otras mujeres con las que, por razones obvias, hay una gran empatía.
   Se usan movimientos de la danza actualmente conocida como danza árabe o bellydance, que en realidad es una síntesis de diversas danzas ancestrales, evitando los movimientos más rápidos y bruscos practicados por las bailarinas que no están embarazadas. Estos movimientos han sido practicados por las mujeres durante siglos, con el fin de preparar sus cuerpos para la maternidad. Existen danzas similares entre los marroquís, bereberes, beduinos, hawaianos, polinesios y maoris.
   En la cultura occidental nos han enseñado que debemos dar a luz sufriendo terribles dolores, y siempre que se acerca el parto llegamos con miedo y tensión en nuestros músculos, que en lugar de relajarnos favoreciendo el proceso de la naturaleza, lo hacen más difícil y doloroso. Actualmente se utiliza hipnosis para relajarse y olvidar el miedo que tensa los músculos; eso mismo han hecho las mujeres durante siglos al reunirse en un círculo y acompañar a las mujeres que están dando a luz, bailando y tocando, para que sigan al grupo y se relajen realizando los movimientos que favorecen el parto, al tiempo que celebran en un ambiente amoroso la llegada de su hijo.