- Las mujeres que hacen ejercicio regularmente tienden a tener un parto más rápido y menos doloroso.
- Fortalece los músculos relacionados con el embarazo y, aunque parece que todo el énfasis está en el abdomen, trabaja intensamente la espalda, el canal del parto y el piso pélvico. Los movimientos de cadera y pelvis ayudan a tener fuerza y tono muscular durante el embarazo y recuperar los músculos después del parto. También fortalece los músculos de la espalda que cargan el peso del bebé durante el embarazo y previene el desplazamiento excesivo del centro de equilibrio que produce dolor de espalda y mayor sensación de cansancio.
- El bebé se arrulla con la música y los movimientos oscilatorios de la pelvis.
- Es un ejercicio de bajo impacto que ayuda a mejorar la condición cardiovascular, dando como resultado una mayor oxigenación, y conservar o mejorar la fuerza y la flexibilidad.
- Al ejercitar el vientre y las caderas damos masaje, aumentando el flujo sanguíneo a esta zona y favorecemos una mejor digestión.
- La danza con velos es un ejercicio aeróbico de bajo impacto que fortalece el corazón y los músculos de espalda, hombros y brazos y da mayor resistencia y energía a la vez que da espacio para que los pulmones, cuyo espacio se ha reducido, puedan respirar mejor.
- Al danzar producimos endorfinas que nos ayudan a sentir mayor energía y bienestar, favoreciendo la curación y regeneración celular y reduciendo la sensación de dolor. También se reduce el estrés ayudándonos a dormir mejor.
- Desarrolla la conciencia corporal al ponernos en contacto con nuestro cuerpo y nos ayuda a concentrarnos, dando como resultado mayor control y confianza en nuestro cuerpo.
Durante el parto los movimientos que practicamos ayudan a:
- reducir la tensión muscular, la ansiedad y el dolor.
- tener mejor condición física para la labor.
- empujar al bebé hacia afuera.