El embarazo es un tiempo hermoso y emocionante en la vida de las mujeres 
y la danza oriental puede ser una forma maravillosa de ejercitarse, 
que ofrece grandes beneficios psicológicos y físicos.

Beneficios del bellydance


El embarazo es una época muy especial y el bellydance es una disciplina que te ayudará a disfrutarlo más.


  • Las mujeres que hacen ejercicio regularmente tienden a tener un parto más rápido y menos doloroso.
  • Fortalece los músculos relacionados con el embarazo y, aunque parece que todo el énfasis está en el abdomen, trabaja intensamente la espalda, el canal del parto y el piso pélvico. Los movimientos de cadera y pelvis ayudan a tener fuerza y tono muscular durante el embarazo y recuperar los músculos después del parto. Fortalece los músculos de la espalda que cargan el peso del bebé durante el embarazo y previene el desplazamiento excesivo del centro de equilibrio que produce dolor de espalda y mayor sensación de cansancio.
  • El bebé se arrulla con la música y los movimientos oscilatorios de la pelvis.
  • Es un ejercicio de bajo impacto que ayuda a mejorar la condición cardiovascular, dando como resultado una mayor oxigenación, y conservar o mejorar la fuerza y la flexibilidad.
  • Al ejercitar el vientre y las caderas damos masaje, aumentando el flujo sanguíneo a esta zona y favorecemos una mejor digestión.
  • La danza con velos es un ejercicio aeróbico de bajo impacto que fortalece el corazón y los músculos de espalda, hombros y brazos y da mayor resistencia y energía a la vez que da espacio para que los pulmones, cuyo espacio se ha reducido, puedan respirar mejor.
  • Al danzar producimos endorfinas que nos ayudan a sentir mayor energía y bienestar, favoreciendo la curación y regeneración celular y reduciendo la sensación de dolor. También se reduce el estrés ayudándonos a dormir mejor.
  • Desarrolla la conciencia corporal al ponernos en contacto con nuestro cuerpo y nos ayuda a concentrarnos, dando como resultado mayor control y confianza en nuestro cuerpo.



Durante el parto los movimientos que practicamos ayudan a:

  - reducir la tensión muscular, la ansiedad y el dolor.
  - tener mejor condición física para la labor.
  - empujar al bebé hacia afuera. 

Los médicos recomiendan al menos 30 minutos de ejercicio diario durante el embarazo en lugar de hacer ejercicio más irregular.





Practicar lo más pronto posible




Practicar la danza desde el principio del embarazo (si tu médico lo considera conveniente), es muy bueno ya que puedes llegar a integrar los movimientos y hacerlos tuyos, desarrollando el hábito de bailar sola como una forma de ejercicio, relajación y hasta meditación. Esto te permitirá tener una mucho mejor condición física y anímica durante el embarazo y prepararte para aprovechar todas las ventajas que te ofrece la danza a la hora del parto, así como una mejor recuperación post-parto.

Si no creas el hábito y aprendes los movimientos de manera que te sientas a gusto bailando, a la hora del parto, en lugar de servirte te puede abrumar intentar bailar y muy probablemente desecharás la idea a la hora de la hora.

El contacto con tu cuerpo y tu respiración que desarrollas en esta práctica, te ayudará a participar en una forma más relajada, activa y consciente en el nacimiento de tu bebé.

Por otro lado, si tu bebé se acostumbra a la música y al movimiento que realizas al bailar cuando estás embarazada, esto te podrá ayudar a tranquilizarlo después de que nazca.