El embarazo es un tiempo hermoso y emocionante en la vida de las mujeres 
y la danza oriental puede ser una forma maravillosa de ejercitarse, 
que ofrece grandes beneficios psicológicos y físicos.

jueves, 29 de julio de 2010

Inteligencia espiritual y maternal

Hoy leía una nota que escribió Tere Bermea en su blog en el que habla sobre diversas inteligencias que vienen a dar al traste con la idea de que los que han estudiado más son los más inteligentes. A continuación reproduzco parte de su texto:
Hasta hace poco se consideraba que una persona inteligente era aquélla que tenia grandes conocimientos de arte, matemáticas, ciencias cultura etc. Entre mas libros habia leido más inteligente. Entre mas titulos universitarios disque más inteligentes. Después se observo que esos seres tan “inteligentes” con coeficientes intelectuales muy altos, eran un ¡desastre a la hora de establecer relaciones sanas con los demás!

Daniel Goleman empezo a hablar de la Inteligencia Emocional. El propone desarrollar la habilidad y destreza para conocer y manejar las emociones.

La tendencia hacia la evolución del hombre, el deseo de estar mas preparados para disfrutar la vida motivo a Malcolm Gladwell a hablarnos de la Inteligencia Intuitiva.

La Inteligencia Espiritual, que nos ayuda a ser conscientes del mundo en el que estamos y del lugar que ocupamos en él y sobre todo, descubrir cual es nuestro propósito en la vida.

Por último, una inteligencia que a las mujeres nos hará sentir mejor: Inteligencia Materna. El ser madres nos hace más inteligentes, al desarrollar habilidades como la percepción, la eficacia, la resistencia, la motivación y la inteligencia emocional.
Se que se habla de otras a partir de que se desarrollo la noción de Inteligencias Múltiples que explica que las personas tengamos diversas formas, igualmente valiosas, de comprender y aprender que nos inclinan a preferir ciertas actividades y profesiones, sin embargo, me sorprendió el enfoque que plantea de la Inteligencia Materna.
Si quieres leer su nota completa puedes entrar a su blog,

¿Qué opinas?


lunes, 26 de julio de 2010

La episiotomía, ahora es tu decisión

Los médicos utilizan su criterio para decidir si se necesita una episiotomía, en la actualidad tenemos derecho de decidir que no se nos realice la episiotomía, es necesario; hablar con el médico. Pedir que se nos consulte si en el momento del parto el médico considera que es necesario practicar el corte.

La episiotomía consiste en una incisión que se hace entre la apertura vaginal y el ano, generalmente al finalizar el parto, para facilitar el paso de la cabeza del bebé a traves del orificio de la vagina, si el médico considera que el perineo no se relajará bastante para permitir el paso del bebé sin producir desgarro. Se inyecta anestesia local en la zona, ya entumecida por la compresión del bebé, antes de proceder a la incisión.

En algunos casos puede resultar inevitable la práctica de un corte quirúrgico y debe seguir las indicaciones de su médico como cuando:

  • Sea necesario que el parto sea rápido debido al sufrimiento materno o fetal.
  • El bebé de presente se nalgas.
  • Es necesario utilizar el fórceps o la ventosa.
  • Le han puesto una anestesia epidural; la sensibilidad esta reducida y no pueda controlar el nacimiento de cabeza del bebé.
  • La cabeza del bebé es grande.


El argumento principal para realizar la episiotomía es el riesgo de un desgarre. Recientemente leí que era menos del 10% la posibilidad de que suframos un desgarre durante el parto. Eso significa que a la mayoría nos han realizado la episiotomía por prevención, cuando probablemente no ibamos a requerirla.

Creo que si al final igual necesitaríamos que nos suturen, yo preferiría esperar y, si me desgarrara, entonces que me suturaran.


Es tu cuerpo, tu decides.…

jueves, 22 de julio de 2010

Embarazo: trucos para la espalda adolorida


Hacer ejercicio es una de las formas más seguras de evitar los dolores de espalda, pero si ya los tienes, prueba alguna de estas sugerencias:
  • Toma un baño templado o utiliza un paño seco caliente en la espalda (puedes calentarlo con la plancha). A algunas personas les funcionan mejor los paquetes de hielo.
  • Evita cualquier actividad, como aspirar o fregar el suelo, que requiera que te inclines hacia delante y que gires tu cuerpo al mismo tiempo.
  • Pide cita para un masaje prenatal con un terapeuta cualificado.
  • Utiliza una almohada en forma de cuña para embarazadas mientras duermes, para darle apoyo al abdomen.
  • Si te sientas durante largos periodos de tiempo, utiliza una silla ajustable e inclina el frente de la silla hacia adelante.
  • Intenta hacer ejercicios de pelvis: Recuéstate sobre la espalda, con las rodillas flexionadas y los pies planos. Inhala aire y deja que el abdomen se expanda. Exhala y eleva el coxis (hueso de la rabadilla) hacia el ombligo. Mantén las caderas en el suelo. Cuando estés en el punto máximo de elevar el coxis, aprieta los glúteos (los músculos de las nalgas), y luego relájalos. Repite de ocho a diez veces.


Publicado en Mamás y bebés

lunes, 19 de julio de 2010

Masaje para bebés: Shantala


Shantala es un tipo de masaje que las madres hindús dan a sus bebés. Frederic Leboyer, precursor del parto sin dolor, después de observar a una mujer llamada Shantala practicarlo con su bebé, trajo esta práctica a Occidente.

Este masaje es una buena manera de comenzar a comunicarse con el pequeño tras su nacimiento, pues el tacto es uno de los sentidos que están más a flor de piel en los primeros momentos de vida del bebé.

El masaje puede desarrollar más rápidamente la coordinación motora, aumentar sus reacciones musculares, aparte de que hará con el bebé sea más receptivo y más apto a reaccionar al espacio que lo rodea.

Beneficios de masajear a su bebé

Ayuda a:
  • regular y reforzar las funciones respiratoria, circulatoria y gastrointestinal. Se puede controlar las incomodidades producidas por los cólicos, gases y estreñimiento, y las molestias por la salida de los primeros dientes.
  • relajarse y lo alivia del estrés, de los bloqueos, que produce encontrarse diariamente con cosas nuevas.
  • intensificar la comunicación afectiva entre el bebé y las personas de su entorno, facilitando la comunicación no verbal.
  • estimular el sistema inmunológico y propicia un mejor desarrollo del sistema nervioso.
  • aumentar la auto-estima de tu bebé.
  • que el bebé tenga un sueño tranquilo y profundo.
  • aumentar el contacto afectivo del bebé con sus padres a través del toque, la mirada, de la piel, de la sonrisa, sonidos, abrazos, caricias, olor, y de los estímulos. El masaje transforma el bebé en un bebé saludable en todos los aspectos.
Ya son muchos los profesionales, médicos, matronas, fisioterapeutas, psicólogos etc. que reconocen el valor terapéutico y psicológico que contiene el Masaje Shantala para bebés.

Puedes ver una entrevista en la TV Argentina en Embarazadas TV

El poder de la meditación durante el embarazo


Como seres nacidos de una Inteligencia Suprema (a menudo llamada Dios) portamos un natural poder para crear. No hay límites para esto. Cuando nos hacemos conscientes de nuestra inteligencia interior y nos permitimos experimentar sus efectos sucede un verdadero milagro de creación para nosotros y en nuestro mundo cotidiano.

La fuerza que nos conecta y nos comunica ya sea con otras personas, la naturaleza o el cosmos, es el mismo impulso que nos lleva también a desear y concretar la concepción y el nacimiento de un hijo. Estamos hablando del Amor.

Tal vez, entre todas las posibles manifestaciones del amor, la que corre más riegos de pasar inadvertida es la del amor de los padres por el hijo que aún se encuentra en el seno materno. Sin embargo, en este período deben sentarse las bases de una adecuada interacción, de modo que el vínculo resulte verdaderamente potenciador para ambas partes.

La comunicación pre-natal es muy intensa. Se lleva a cabo fundamentalmente a través de las transmisiones psíquicas (emocionales y mentales) e intuitivas. Si bien es cierto que el bebé en el útero de la mamá se encuentra mucho mas estrechamente ligado a todo lo que a ella le sucede durante el embarazo y el parto, la presencia del padre es también condicionante (favorecedora o limitante del desarrollo emocional y espiritual) y complementaria en la construcción de esas bases de crecimiento mutuo.

Siguiendo una Ley Universal e Inmutable que dice que “El Universo es mental”, ubicamos nuestro poder creador en nuestros pensamientos. La práctica de la meditación y de las visualizaciones contribuye a tomar conciencia de ese poder creador en nuestra mente, a delimitar el tipo de pensamientos acordes a los resultados que deseamos manifestar y acelerar su manifestación en cada caso.

Es común que durante el embarazo se despierten miedos inconscientes (ej. enfermedades o malformaciones del bebé, temor a morir en el parto, a no ser buenos padres, a no tener suficientes recursos para abastecer al niño, etc.), automatismos mentales negativos y prejuicios culturales que es necesario desprogramar para que esta información y este tipo de vibraciones
energéticas no contaminen el vínculo con el bebé y afecten el desarrollo ulterior de su personalidad.

También es enriquecedor permitirse este espacio de trabajo interno para nutrir y fortalecer la vinculación de la pareja. La presencia de ambos, en esta práctica, abre un canal de comunicación directa con la energía de ese hijo que, si bien no ha nacido aún, ya existe y puede percibir y emitir información, asumiendo un protagonismo activo en la construcción del lazo afectivo con sus padres.

El Amor es la fuerza que nos mueve hacia nuestros propios milagros. Sosteniendo voluntariamente los pensamientos e imágenes positivas, creamos un campo de energía protectora, contenedora, beneficiosa y propiciadora de todo lo bueno a nuestro alrededor y alrededor de nuestros hijos y demás seres queridos.

“Ve lo positivo en cada cosa y te encontrarás rodeado de lo mejor,
porque lo atraerás todo hacia ti, como hace el imán con el acero.”
Eileen Cady

El dolor del parto es beneficioso


El dolor del parto es beneficioso… Así lo afirma el Dr. Denish Walsh, profesor de matronería en la Universidad de Nothingam y abanderado de la lucha contra la epidemia de epidurales innecesarias.

El dolor, explica Walsh, es necesario y beneficioso, y no debe eliminarse de forma protocolaria pues se priva a la madre y al hijo de experiencias y hormonas muy importantes.

Walsh, por supuesto, no se opone al uso de la epidural cuando sea precisa, pero aboga por su uso responsable. Hoy pedir la epidural se considera casi inevitable y a la mujer no se le dan otras opciones ni se le informa de las consecuencias reales de la eliminación del dolor y el control sobre su cuerpo. El aboga por la expansión de medidas no farmacológicas que ayudan a soportar las contracciones en los partos normales, como el yoga, los masajes, las pelotas de dilatación y el agua.


viernes, 16 de julio de 2010

Arrullo Sagrado


Durante el embarazo, la mujer vive un estado de sensibilidad especial, es un estado sagrado que la conecta naturalmente consigo misma y con su intuición. El embarazo, es una excelente oportunidad para la madre de conectarse concientemente con el ser que se está formando en su interior a un nivel físico, energético y espiritual. Que mejor que venir al mundo sostenido por la intención de estar presente y conectado, con la intención de que la llegada sea con conciencia, con todo el dolor y la alegría que implica estar vivo.

Nosotras las mujeres somos canales abiertos por donde la energía pasa de la tierra al universo y viceversa, si estamos concientes de ese paso energético podemos dirigirlo e intencionarlo y así transformar esa energía en acciones positivas y despiertas para compartir con los demás. El sonido y el canto es una de las tantas formas que tiene la energía universal.

La voz, el sonido, la música, la danza son excelentes vehículos para establecer esta conexión conciente entre la madre y el bebé, en el embarazo, durante el trabajo de parto y al menos en los primeros cinco años del bebe.

La voz cantante es una fábrica de respiración, vibración y emoción que influye poderosamente sobre nuestra mente y cuerpo, es mucho más efectiva que cualquier otra forma de sonido, precisamente porque proviene del interior.

El canto sanador (es el canto con intención, dirigido a sanar) provoca una vibración interna que solamente cantando se puede producir. Esa vibración resuena en todos nuestros órganos y en todo nuestro cuerpo. Nos lleva, en forma natural, a un estado de relajación y paz interior que nos permite estar abiertos para ver con más claridad. Cuando cantamos se despierta nuestra energía sanadora, energía de conciliación con el todo.

Exploramos técnicas de relajación y de respiración para el embarazo, parto y postparto a través del juego, el canto, la danza, la resonancia, la creatividad, visualizaciones y más, en un ambiente seguro y divertido. Experimentamos el increíble efecto de la voz resonando dentro del cuerpo y entendemos como este instrumento que todos poseemos nos puede ayudar a relajarnos y estar presentes en el aquí y el ahora, no solo en el embarazo sino durante toda nuestra vida y la de nuestros hijos.

Usamos nuestra respiración, voz, sonido, música y movimiento como una vía para explorar, como mujeres, la conexión que tenemos con la madre Tierra.

Cantamos arrullos sagrados, encontramos nuestros propios arrullos, los que vienen de nuestro interior para darnos amor y sanarnos.

Beneficios que produce cantar:
· Cantar es respirar y la respiración es vida.
· El canto sostiene la respiración y la respiración es la clave para
soltar, dejar ir, entregarse.
· El sonido y la voz estimulan el desarrollo del cerebro del bebé así como
sus destrezas motoras.
· El canto le da el poder a la mujer de conectarse con su intuición
· Libera tensión en la pelvis y los órganos sexuales.
· Cuando uno canta no piensa, es una excelente forma de meditación.

Pase lo que pase canta, canta, canta

Marina Ubaldini

martes, 13 de julio de 2010

El papá y el bebé


- ¿Cuál ha ser el papel del papá en la crianza del bebé?
- ¿Hay que exigirles que se hagan cargo del bebé 50-50?
- ¿Qué opinan de la mamá que se queda en casa y el papá proveedor?

Encontré este artículo y se los comparto para que sirva a la reflexión

El rol del padre por Laura Gutman

Frente al agobio, la confusión y el cansancio que padecemos cuando tenemos hijos pequeños, las mujeres quisiéramos tener a mano una serie de “obligaciones” para endilgar al varón a quien percibimos más libre y autónomo y con una vida que no ha cambiado tan drásticamente como la nuestra.

Somos las mujeres quienes necesitamos creer que un “buen padre” se ocupa de tal y cual manera de los hijos que tenemos en común. Pero cuando esto no ocurre, nos abruma el rencor y la desilusión. Los “roles” que cada uno asume son hechos culturales. O personajes que repartimos entre todos para que una escena pueda ser representada. De modo que, cuando un niño “entra en escena” (o nace), se nos desacomodan todos los roles que teníamos asignados. Las mujeres nos encontramos en lugares que no habíamos dispuesto para nosotras mismas, nos sentimos afuera del mundo, solas, exageradamente demandadas, desgarradas entre permanecer en los lugares donde habíamos forjado nuestra identidad, o pendientes de las necesidades del niño pequeño.

Frente a este panorama, observamos al varón que no está ni desgarrado, ni peleado entre nuevas y viejas identidades, ni malherido, ni agotado. Por lo tanto, nos resulta evidente que tendría que asumir parte de las tareas que por carácter transitivo de género, hemos asumido las que hemos devenido madres. Y ahí se ponen de manifiesto los desacuerdos ocultos de la pareja.

Pues bien. Sobre todo esto vale la pena conversar. Porque la presencia de un niño nos obliga a pensar cómo vivimos, qué esperamos unos de otros, qué organización familiar estamos dispuestos a construir y cuánta generosidad tenemos disponible. Por otra parte, los “roles” que asumamos, serán funcionales de acuerdo a si los hemos “planeado” juntos o no. Por ejemplo, si asumimos que la madre se hará cargo emocionalmente del niño, necesitará que “alguien” se haga cargo emocionalmente de ella. Y el varón que tiene al lado posiblemente sea el mejor postulante para ese ”rol”. En ese caso, no importa qué es lo que hace en función de su paternidad, no importa si baña al niño o si se despierta por las noches para calmarlo. Porque “es” padre en la medida en que sostiene emocionalmente a la madre para que ésta tenga fuerzas afectivas suficientes para acunar al niño.

En cambio, si la madre no tiene disponibilidad emocional para el niño, o no tiene posibilidades de permanecer a su lado porque la economía familiar depende de ella; posiblemente haya un varón más “cariñoso” y en apariencia “buen padre” que se ocupa del hijo. Sin embargo, de un modo poco visible está obligando a su mujer a abandonar su despliegue maternante y desviando su preocupación hacia la adquisición del alimento. En estos casos, el varón no posibilita ni facilita una permanencia suave y dedicada de la madre hacia su hijo. Y este no es un dato menor, aunque las mujeres modernas creamos que la igualdad de derechos se basa en que tanto las mujeres como los varones asumamos indistintamente la crianza de los niños; desde el punto de vista del niño, no es lo mismo recibir cuidados maternantes femeninos que cuidados paternantes masculinos. Y eso que ni siquiera estamos hablando de lactancia, hecho que requiere una permanencia y disponibilidad irremplazables por parte de la madre.

Lo ideal sería que los “roles” estén todos asignados para jugar el juego de la familia. La mayoría de las veces, esto no ocurre. Hay un rol que pocas veces asumimos, seamos mujeres o varones. Es el rol de quien se despoja de sus propias necesidades a favor de las necesidades básicas, impostergables, urgentes e irremplazables de los niños pequeños.

Cuando desestimamos los tiempos lentos de los niños, la necesidad de contacto, de brazos, de presencia física y de escucha genuina; nadie asume su rol. Hablar de lo que le toca hacer al padre o de lo que corresponde hacer a la madre nos coloca en la lucha interminable por quien logra resguardarse más a sí mismo.

Es verdad que nos faltan jugadores para la escena familiar. En la mayoría de los casos nos hemos quedado sin familia extendida, sin barrio, sin aldea, sin mujeres experimentadas ni grupos de pares para hacernos cargo mancomunadamente de los niños pequeños. Estamos todos muy solos y exigidos. En ese sentido, los varones que desean ser “buenos padres” tampoco logran responder a las expectativas. Fallan. Están cansados. Reciben palabras de desprecio. Se sienten poco valiosos. Escasamente potentes. Y se supone que deberían hacer lo que no hacen, es decir, llegar temprano a casa, hacerse cargo del niño, calmarlo, jugar con él, ser paciente.

Pensar el rol del padre dentro de la familia moderna tiene que coincidir con un pensamiento más generalizado sobre cómo vivimos todos nosotros, cómo y dónde trabajamos, cómo circula el dinero, quién administra, cómo nos manejamos respecto al poder dentro de las relaciones, cómo circula el amor y el diálogo dentro de la pareja y sobre todo qué importancia le asignamos a la libertad y a la autonomía personales. Porque es importante tener en cuenta que si estamos apegados a la propia autonomía, el niño no logrará recibir lo que necesita. Y si recibe el tiempo y la dedicación, será en detrimento de la libertad de la madre. Y desde ese lugar de pérdida de libertad, las mujeres nos ponemos exigentes con los varones, queriendo definir claramente qué roles deberían asumir. Con lo cual, estamos todos enfadados unos con otros. Por eso, el tema no pasa por luchar para determinar quién pierde más libertad, asignando deberes a diestra y siniestra, sino por revisar qué capacidad de entrega tenemos unos y otros.

La maternidad y la paternidad no se llevan bien con la autonomía y la libertad personal. Tenemos que estar dispuestos a perderlas, si nos interesa el confort de los niños pequeños. Y en este punto, es lo mismo ser varones o mujeres. Tal vez sea tiempo de mirarnos honestamente y reconocer qué es lo que cada uno de nosotros está dispuesto a dar. Comprometernos a eso y no más. Aceptar nuestras limitaciones y darnos cuenta que nos complementamos. Que hay algo que el otro ofrece que uno mismo no sería capaz. Y que si no da “todo” lo que quisiéramos, no lo coloca en un lugar donde “no da nada” sino que “da algo diferente”. De ese modo pierden sentido todas las discusiones sobre los roles adecuados, lo que se debe o no se debe hacer frente a algo tan difícil como criar niños pequeños.

Laura Gutman es argentina, terapeuta familiar y escritora Lleva publicados varios libros sobre maternidad, paternidad, vínculos primarios, desamparo emocional, adicciones, violencia y metodologías para acompañar procesos de indagación personal. Es colaboradora habitual en numerosas revistas en Argentina y España. Dirige Crianza, una institución con base en la Ciudad de Buenos Aires, que cuenta con una Escuela de Capacitación Profesional y un equipo de profesionales que asisten a madres y padres.

Publicado en Alta Educación

Algunos aspectos de la cesárea en México

En México, igual que en muchos otros países de América Latina el avance de la tecnología unido a la práctica médica ha dado como consecuencia que el uso indiscriminado de la operación cesárea se haya convertido en una epidemia que amenaza la vida de las mujeres y de sus hijos ya que de acuerdo a especialistas el riesgo de muerte de la madre se incrementa de 7 a 10 veces con respecto del parto normal, mientras el costo económico se triplica.

En 1985, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció que no más de 15 % de los embarazos deberían concluir con una cesárea, con base en los indicadores de países que reportan bajas tasas de mortalidad, como son los europeos y sobre todo los escandinavos, que logran niveles de hasta 10 %.

Sin embargo, en México la frecuencia de la operación cesárea ha aumentado en forma constante desde los años 50, cuando 2 a 3% de los embarazos se resolvían con ese procedimiento. Para los años 80 la frecuencia ya era de más de 30 % en hospitales generales y de 42 % en las unidades de alta especialidad. Un reporte de 2005 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) indica que en ese año 43.5 % de los embarazos concluyó con una cesárea

Las cesáreas en México se han incrementado considerablemente en los últimos 10 años, en particular en las instituciones de la seguridad social y en el sector privado. Dicho incremento ha sido de poco más de 1% anual, pero en algunas instituciones públicas (IMSS, ISSSTE) y en el sector privado la tendencia al alza es todavía mayor. Actualmente, el porcentaje es más o menos el mismo en las instituciones públicas, pero en el sector privado llega hasta entre 80 y 85 por ciento.

Son muchas las razones que se han establecido para explicar este alto índice de cesáreas en México:

La creencia de los prestadores de salud en que es un procedimiento mas seguro que el parto vaginal pues está exenta de riesgos tanto para la madre como para el bebé

El perfil del especialista juega también un papel central. Muchos obstetras, formados en ambientes cada vez más intervencionistas, están mejor capacitados para atender partos quirúrgicos que para atender nacimientos que podrían efectuarse de manera segura por vía vaginal.

La creciente edad de las madres

Avance de la ciencia y la tecnología médicas, los equipos modernos que han permitido mejorar la práctica de la cirugía y concluir un proceso de la manera más sencilla posible y, aparentemente, sin complicaciones, además de mayor capacidad tecnológica para detectar sufrimiento fetal.

La preferencia de ciertos sectores de la sociedad.

Diversos incentivos económicos relacionados con los seguros médicos privados.

Temor entre médicos y mujeres. En los años 70 la atención de los médicos estaba centrada en el supuesto riesgo de lesión cerebral en el momento del parto. Sin embargo, a más de 30 años, las estadísticas dan cuenta de que el número de niños con este tipo de problema sigue siendo el mismo.

La carencia de equipo y personal persiste en los hospitales del país, en particular en las zonas rurales, lo que dificulta cualquier estrategia encaminada a abatir el número de cesáreas. A ello habrá que sumar que, en los lugares donde sí los hay, los servicios de salud están rebasados por la alta demanda de atención.

La inducción a las mujeres para que prefieran la cesárea con el fin de evitar el dolor.

Múltiples razones físicas como son desproporción céfalo-pélvica, sufrimiento fetal y cesárea previa, o cesáreas programadas en base a otras causas como son: poco líquido amniótico, bebé grande, placenta calcificada, circular de cordón o falta de encajamiento, a veces desde la semana 38, mujer mayor de 35 años o menor de 17, entre otras que no están justificadas como causantes de cesáreas.

El aumento de las cesáreas que no tienen justificación clínica preocupa a las autoridades sanitarias y a los prestadores de servicios de salud porque eleva los costos de la atención médica, y expone a la madre y al bebé a riesgos innecesarios.

Red Michoacana por la Humanización y Dignificación del Parto y el nacimiento. “Saber Nacer”. Diciembre del 2008.

Puedes leer el texto completo en http://sabernacer.blogspot.com/

¿Qué significa la Humanización del parto y el nacimiento?


Para cambiar la vida es preciso cambiar primero la forma de nacer.
Michel Odent

Es sabido que la tecnología ha salvado muchas vidas, pero también es sabido que ha ocasionado muchas muertes. El parto humanizado no va en contra de la tecnología; va en contra de la mala utilización que en la mayoría de las instituciones médicas de América Latina se hace de ella.

La propuesta de humanización del parto y el nacimiento se basa en el respeto a los derechos humanos, busca cambiar la idea de que el embarazo y el parto son una enfermedad y, sobre todo, es un requisito para un parto saludable y una bienvenida amorosa a las nuevas personas que llegan a este mundo.

La pregunta no es si esos cambios son necesarios y si deben hacerse, sino cuándo se harán. La humanización del parto y el nacimiento es un movimiento mundial que poco a poco va creciendo y obteniendo el reconocimiento de cada vez más personas en el mundo y, lentamente, va ganando espacio entre los organismos estatales y multilaterales relacionados con la salud y la infancia.

Pasos para el parto y nacimiento humanizados:

- Hacer respetar los derechos y el rol protagónico de la mujer que pare y el bebé que nace.

- Erradicar todas las formas de violencia en la atención del embarazo, parto y nacimiento. Formar y capacitar al personal de salud, tanto profesional como administrativo, con el fin de humanizar la atención, para que respete y dignifique a las mujeres en su calidad de usuarias de los servicios de salud. Eliminar la violencia creando ambientes agradables donde las mujeres se sientan amadas, acompañadas, respetadas, en su intimidad, que pueden expresar sus necesidades logrando ser las verdaderas protagonistas de su maternidad.

- Fomentar, mejorar y crear mecanismos de denuncia al alcance de las mujeres. Las mujeres deben sentirse apoyadas y estimuladas a denunciar servicios y/o prestadores de salud que no brindan una atención de calidad.

- Crear espacios para la participación activa de las mujeres en la atención materno-perinatal y en la elaboración y evaluación de políticas. Solo con una verdadera participación de las usuarias de los servicios podrá establecerse un sistema democrático. No es suficiente solamente brindar la información a las usuarias.

- Revisar las tecnologías utilizadas y evaluar las nuevas antes de su incorporación en la atención materno-infantil. Luego de introducidas esas tecnologías es muy dificil dejar de usarlas aunque se demuestre que son inútiles. Por eso se debe exigir amplias investigaciones sobre la eficiencia y eficacia de los métodos antes de su introducción, comparando con otros métodos tradicionales y biológicos, de menor impacto para poder elegir con base en criterios científicos y de mayor utilidad real para la mujer, protagonista del proceso.

- Lograr una atenciòn del embarazo, parto y nacimiento integral, de calidad y sin discriminaciones. Se debe facilitar que la mujer pueda elegir y mantener el mismo grupo de profesionales que la asitió durante todo el proceso de su gestación, para que la acompañe en el parto, permitiéndole seleccionar el lugar en que será asistido su parto.

- Buscar alternativas y opciones diferentes para la atención del embarazo, parto y nacimiento. El objetivo es que las mujeres y sus familias tengan opciones para elegir verdaderamente la forma en que será atendido su parto.

- Capacitar de manera permanente (con evidencia científica y sabiduría ancestral) a las personas encargadas de los servicios de salud.

- Conocer la realidad de la atención del parto y el nacimiento. Mediante una investigación inter y multidisciplinaria que incluya la visión de las usuarias como la principal fuente de información, ya que son ellas las que realmente viven esa experiencia. Estas investigaciones ayudarán a proponer nuevas alternativas, basadas en las costumbres, necesidades y expectativas de las mujeres de cada localidad o región.

Puedes leer esta nota completa en el sitio web de Saber Nacer